BRISAS
DE URUMITA
JUAN DAVID RIVERA
Para mi amiga María Fábregas, su
familia, sus amigos y al querido pueblo de Urumita que llevo en el corazón.
Estas
palabras no son del común porque salen de mi corazón, porque son dedicadas para
un lugar de mi amada Colombia donde cada paisaje, arboles, calles y su gente
transmiten amor y alegría, esa es la definición de Urumita.
Urumita,
se vuelve parte de mi corazón desde que conocí a mi gran amiga María Fabregas,
quien todos los días me comparte con su armonía y energía sus raíces de ser guajira,
y por eso que decidí viajar a la Guajira, donde salí enamorado y mi corazón
bogotano quedó en el interior de Urumita, y les voy a contar las razones:
Lo
primero, fue llegar y encontrar en su parque a niños, adultos y adultos mayores
felices al escuchar los sonidos de los acordeones, los cuales me hicieron
sentir una alegría indescriptible, y saludar a cada persona que sonríe con confianza
mirándolo a uno a los ojos como si hubieran estado compartiendo toda una vida
con uno. Su cultura es única, donde la palabra amigo se hace sentir como lo más
valioso, y es un aspecto que voy a destacar porque ese hecho me cambió la
mentalidad de estar prevenido porque siendo de Bogotá, uno es desconfiado y poco
sonríe, por lo que sin duda alguna en la amada Urumita salieron mis grandes
sonrisas (con un sentimiento que jamás había sentido).
Lo
segundo, en la mañana de un sábado una amiga de María y su madre nos invitaron
a desayunar, donde destaco y reconozco que comer chicharron con suero en horas
de la mañana, con sol y al lado de una deliciosa hamaca me hicieron disfrutar
el mejor desayuno de todos, porque en ese instante comprendí el sentir de
compartir, para estar con animo todo el día, porque mi “comadre” muy bien me
dijo “vas a vivir la alegría de mi pueblo con los mejores vallenatos”, y sin
duda alguna las palabras de María fueron las indicadas, lo cual en el fondo se
escuchaba un vallenato de los Zuleta y se anunciaba las presentaciones de los
cantantes de moda “El Churo” y “Elder Dayan Díaz”, también la sensación de
Fabián Corrales (quién tiene un vallenato dedicado a Urumita, para mí uno de
los más lindos).
Lo
tercero, la familia de María entra tanto a mi corazón que su abuela, madre,
tías, tíos, primas, hermana se convierten mis amigos porque jamás me había
sentido tan bien atendido y algo que me llena de orgullo fue escucharlos porque
son gente única que se siente orgullosa de ser de Urumita. Su sencillez me
permitió dejar mis afanes diarios y pensar que puedo concretar mis ideas de
cambios prósperos para Colombia, porque volví a sentir mi pasión de trabajar
duro y de no parar hasta no generar políticas de cambios sociales que
beneficien a todo colombiano. La mamá de mi amiga, la señora Maireth, me
compartia sus historias y me hizo recordar las historias de mi padre, quien es
de Bucaramanga y que cuando estaba de mi edad recorrió con su primo David toda
la Guajira, y es por eso que iba feliz de recorrer cada paso de mi padre,
porque antes de salir de Bogotá, mi padre me dice “disfrute como lo hice yo, va
a conocer la verdadera amistad”, cabe señalar que mi mejor amiga es de la Guajira
y es migran amiga Lina Gutiérrez (mujer que le debo por montones gran parte de
mi poca vida exitosa, y a quien admiro por ser una gran persona y madre). Después
del delicioso desayuno, la señora Maireth me dijo que nos íbamos para el río
Marquesote, lo cual nos recogió un camión, me subí y llegamos a ese río que hoy
en día tengo una deuda con él, y es promover su cuidado para que todos los
turistas puedan disfrutarlo, cuidarlo y vivir con emoción esas aguas que me terminaron
de sacar “todas las malas perezas” y puedo decir que el expresidente Alfonso
López no se equivocó en decir en el libro Palabras Pendientes que lo mejor que
le había pasado fue conocer la cultura vallenata por su sencillez, y sin duda
alguna promover progreso de la región mediante lo cultural, así lo define Aníbal
Martínez Zuleta “Alfonso López Michelsen fue un grande junto a sus amigos
Escalona y Gabriel García Márquez; él propuso la creación del Festival, nos
ayudó en la creación del departamento, llevó la música vallenata Bogotá donde
la hacía sonar a parlamentarios hasta que se logró posicionar este ritmo en
distintos sectores y se convirtió en el tipo de música que abandera al país, ya
uno no escucha un bambuco o una guabina o un pasillo, a Colombia lo reconocen
por los sones y merengues del vallenato” o como lo describió ‘El Turco’
Pavajeau, “una vez estaba aquí al lado de mi casa, que anteriormente era un
hotel y estaba emparrandado con unas guitarras y escuchando y cantando vallenato,
la labor que hizo para que la cultura vallenata se notara a nivel nacional no
tiene comparación, el puso en el mapa al Cesar, a Valledupar e hizo sonar el
vallenato entre los grupos sociales más influyentes de esa época”. De esa misma
alegría me contagie, y se la he transmitido a María diariamente. En conclusión
ir al río, ver a la gente feliz, caminar, fatigarme por el calor y refrescarme
con sus aguas es algo que hace parte de mi vida.
Cuarto,
conocer los amigos de mi amiga María, puedo definirlos como mis compadres
porque me hicieron sentir en casa, destacando siempre su cultura del tema de la
amistad es prioridad porque son sensatos y muestran su amor por sus raíces, lo
cual me compartieron de su cultura y me enseñaron a bailar como se debe bailar
y escuchar un buen vallenato. Salgo agradecido con ellos, con José y su novia, César
y Victoria, Thania e Iván, Cleirys “la jefa”, Amalia, Marcelino candidato para
el Concejo de Urumita por el partido Conservador número 7 a quien le compartí
mis ideas políticas y hablamos sobre políticas de desarrollo para Urumita, donde
cuando Marcelino sea Concejal estructurará debates de impulso del turismo como es
conocer sus festivales ( 8 de septiembre – fiesta patronal), al mismo tiempo
mayor inversión en la producción agrícola, industrial y turismo para Urumita. Sin
duda alguna, me comprometí con mis compadres en fomentar ideas y transmitir
desde Bogotá el amor y la belleza de Urumita y trabajar para que sea un
municipio prospero. A todos los compadres gracias, porque sin ustedes no
hubiera conocido un nuevo amor y se llama Urumita, que por medio de un sombrero
que me regalaron siempre los recordaré y fomentaré en mi actividad política
generar reconocimientos para esa tierra de alegrías. Gracias María por
presentarme a sus amigos, porque salgo con una inspiración de contribuir a una Colombia
para que la vivamos, gracias porque el mejor vallenato es la amistad y las
sonrisas de alegrías. Un día, me dijo mi amiga María que le bajara al tema de
Urumita por unos comentarios de gente de Bogotá, y le dije eso no va a pasar
porque lo que viví y aprendí en esa amada tierra es para retribuirlo y que
todos mis amigos de Bogotá vayan y conozcan cada rincón de mi amada Urumita.
Porque el compromiso como se los dije un día de parranda con los compadres fue:
que desde Bogotá sepan que ustedes son una tierra de alegrías, de paisajes, de
música y de buena gente.
Quinto,
un numero que me gusta porque no concluyó estas palabras porque vendrán más,
porque quiero regresar a Urumita, quiero trabajar por ella desde Bogotá para
que la conozca y la gente viva lo que yo sentí, para que los acordeones suenen
más que las tristezas que a diario empapan a mi amada Colombia. Urumita, mi
amiga María Fábregas, su familia, sus amigos tienen parte de mi corazón, y
anhelo llevar en un futuro que sea padre y esposo a mi familia para que sonrían.
Gracias Urumita, por aceptar mis frases
de decir “ya no soy cachaco, soy es guajiro”, pero la conclusión es “Yo soy
colombiano”. Puedo seguir escribiendo de Urumita, pero lo haré por capítulos,
porque en 4 días viví momentos que me cambiaron mi pensar y quiero compartirlos
con las mejores palabras que merece la amada Urumita.
No
sobran las palabras de agradecimiento a María, porque sin ella no estaría enamorado
de Urumita y del sentir vallenato, lo cual quiero compartir en cada rincón de
mi vida pública y personal. Gracias a la familia de María, quienes también me
robaron mi corazón y les tengo un cariño inmenso, tanto que María es una
comadre del alma. Continuare con mis escritos “Brisas de Urumita”.
Excelente ! Juanpis, más Urumitero que el rio marquesote!
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